Entre el gremio de los estudiantes de medicina de Murcia es muy común tropezar con un compañero que comente: “Hoy no he podido entrar a quirófano porque éramos 3 estudiantes y no podía haber tanta gente en la operación”. Y es que nos encontramos ante dos principios fundamentales en la docencia en medicina: La intimidad y seguridad del paciente y la formación del futuro médico.
¿Cómo se llega a un equilibrio óptimo? Con un ratio alumno-profesor muy bajo, en el que el médico supervisor puede guiar perfectamente al alumno y éste no es solo un mero espectador sino que queda involucrado en el sistema, en el servicio, entre el equipo de profesionales y, lo más importante, en la historia y preocupaciones del paciente.
Ayer reivindicamos esto mismo: Que prime la calidad de nuestras prácticas. Que es necesario un análisis del número de alumnos que soporta una unidad en un hospital y que, para la adjudicación de estas plazas, debe tener prioridad absoluta la Universidad de Murcia ya que solo mediante el sistema público se puede garantizar una equidad en nuestra sociedad.
Ayer, salimos a la calle para exigir que las plazas de medicina no sean una estrategia política ni un negocio para una empresa privada. Salimos a gritar que no se puede masificar la docencia en medicina porque, por definición, deja de ser docencia.
¿Cómo se llega a un equilibrio óptimo? Con un ratio alumno-profesor muy bajo, en el que el médico supervisor puede guiar perfectamente al alumno y éste no es solo un mero espectador sino que queda involucrado en el sistema, en el servicio, entre el equipo de profesionales y, lo más importante, en la historia y preocupaciones del paciente.
Ayer reivindicamos esto mismo: Que prime la calidad de nuestras prácticas. Que es necesario un análisis del número de alumnos que soporta una unidad en un hospital y que, para la adjudicación de estas plazas, debe tener prioridad absoluta la Universidad de Murcia ya que solo mediante el sistema público se puede garantizar una equidad en nuestra sociedad.
Ayer, salimos a la calle para exigir que las plazas de medicina no sean una estrategia política ni un negocio para una empresa privada. Salimos a gritar que no se puede masificar la docencia en medicina porque, por definición, deja de ser docencia.